lunes, 29 de enero de 2018

Febrero 1939


Febrero 1939

Al final de la avenida de la estación hay una plazoleta con plátanos, la Placette, que Douy, riachuelo seco por lo general, separa del hotel Bougnol-Quintana. Al otro lado de la plaza, algunas tiendas entre las cuales estaba la "Mercería Artículos de punto" de Juliette Figuères. (Jacques Issorel, Collioure 1939, Últimos días de Antonio Machado)


Mme Figuères y su hijo

"Hacía frío y estaba lloviendo. Estaba yo en el umbral de la puerta y me preguntaron si podían entrar a descansar un momentito. Les dije que sí y les hice sentarse, les di café con leche para reanimarlos un poco. La mamá estaba muy cansada, no podia decir nada de lo seca que tenía la boca, y como le digo, la llevaban, pues no podía andar. Ese señor (Corpus Barga), que hablaba bien el francés, preguntó si no había un taxi y si había un hotel. Le dije: "El hotel, lo tiene usted enfrente", pero como el río llevaba agua, no se podía pasar por el vado y era preciso dar la vuelta por el cementerio. Mi marido le dijo: "Vaya a ver si el dueño del garaje puede venir a buscarles." Ese señor se fue y nosotros charlamos un rato, porque Antonio hablaba muy bien francés. Hablamos en francés y los demás no decían casi nada. En fin, yo conozco el español y pude charlar un poco con la mujer de José. Cuando llegó el taxi, se subieron en él y me dieron las gracias. Se quedaron en casa media hora larga y después de fueron al hotel Bougnol-Quintana." (Juliette Figuères)

Hôtel Bougnol-Quintana

Por primera vez desde que salieron de Barcelona, Machado y su familia duermen en una cama: Antonio y la madre en una habitación, José y Matea en otra.

"Fueron acogidos como solía acoger Madame Quintana, o sea, sabiendo que se trataba de refugiados, estaba dispuesta a hacer todo lo posible para aliviar las penas que pudiera." (Jacques Baills)