II Premio "Antonio Machado" y la Naturaleza. Curso 2017-2018.



II PREMIO "ANTONIO MACHADO"
Y LA NATURALEZA


A.- BASES
Atención: Concurso de preguntas: normativa final incluida. 
B.- DOCUMENTOS PEDAGÓGICOS

I PREMIO “Antonio Machado”
“La educación en la protección y desarrollo de la naturaleza y el medio ambiente en el marco de la Agenda 2030”

Innovación Educativa
Curso 2017- 2018

Campos de Castilla, de Antonio Machado –Poeta Universal, reconocido por la UNESCO en 1989, a instancias de la Fundación Española Antonio Machado (FAM)-, es la obra literaria que mejor describe el valor de la NATURALEZA y su relación con el entorno humano y cultural.
Partiendo, en ese sentido, de los múltiples elementos que la componen, y siendo conscientes de los peligros a los cuales se ve enfrentada actualmente, se hace necesario impulsar, desde todos los ámbitos posibles, propuestas que tengan como objetivo su cuidado, protección y desarrollo. En  2016 entraron en vigor los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030 (http://www.un.org/sustainabledevelopment/es/).


Con estas señas de identidad y estos objetivos, la Fundación Española Antonio Machado, única representación machadiana de ámbito nacional e internacional, convocó en 2016-2017 el I Premio Antonio Machado, que se otorgó en el extraordinario marco del Congreso de los Diputados por los más relevantes representantes del ámbito educativo y parlamentario, con la entrega de los correspondientes Diplomas a los premiados y entidades colaboradoras.

En ese contexto la Fundación con la colaboración de la Dirección Provincial de Educación de Soria convoca el II Premio Machadiano,  con los mismos objetivos de promover entre el alumnado de Enseñanza Secundaria y Formación Profesional el estudio de los contenidos de Campos de Castilla y los objetivos señalados por la ONU, con la importante modificación de la ampliación de este II Premio desde Soria al ámbito autonómico y nacional con repercusión en toda España.

BASES DEL PREMIO

Primero.  Podrán concurrir a este II Premio grupos de alumnos/alumnas, o alumnos/alumnas a título individual de cualquier Centro Educativo de Soria, público o concertado, según modalidades, que se encuentren cursando en 2017-2018 los estudios de A) ESO, FP Básica B) BACHILLERATO y Ciclos Formativos GRADO MEDIO, C) Enseñanza Primaria, E) Escuela Oficial de Idiomas de Soria F) Conservatorio Superior de Música de Soria, coordinados por Profesores/Profesoras de los distintos Departamentos didácticos.
Así mismo, podrán concurrir, Categoría D, los Centros Públicos o Concertados,  ESO, BACHILLERATO o FORMACIÓN PROFESIONAL BÁSICA O DE GRADO MEDIO, de todo el Estado Español, cuya adscripción lleve el nombre de “Antonio Machado”.
Los trabajos serán presentados, o enviados, por el Director/la Directora del Centro correspondiente, firmados por los Profesores, las Profesoras y alumnos/alumnas participantes en el mismo, en la sede de la Fundación Española Antonio Machado, Círculo Amistad Numancia, Calle Collado 22, hasta el 11 de mayo de 2018, inclusive. 

Segundo. La Dirección, gestión y organización del PREMIO corresponderán a la Fundación Española Antonio Machado (FAM), con la colaboración del Instituto Antonio Machado de Soria, por su vinculación machadiana, y la Cooperativa Gredos San Diego de la Comunidad de Madrid, por su relevancia en la educación en el medio ambiente.

Tercero. El trabajo bajo el lema «La educación en la protección y desarrollo de la naturaleza y el medio ambiente en el marco de la Agenda 2030» deberá poner en relación el valor de la naturaleza de Soria, o de los espacios naturales de los lugares en los que estén ubicados los Centros Educativos participantes, su necesaria protección y salvaguarda, en relación con alguno de los objetivos de la Agenda 2030 (ONU), y la obra de Antonio Machado “Campos de Castilla”.

Cuarto. El premio tendrá 6 Modalidades diferentes: Poesía, Narrativa, Arte Visual y Audiovisual (Conservatorio: interpretación musical; EOI: montaje audiovisual), Concurso de preguntas, Interpretación musical e Iniciativas).


CATEGORÍAS y MODALIDADES

Quinto. Los trabajos serán presentados en lengua española, y cualquier idioma extranjero (EOI). Serán originales e inéditos y no habrán sido premiados con anterioridad en ningún Concurso similar.
Sexto. Cada alumno o alumna, o grupo de alumnos/alumnas, Centro (caso de Primaria), podrán presentar un único trabajo por cada una de las modalidades (3 para la de Arte Visual) asignadas a su Centro.

Séptimo. La dotación de los premios, en material escolar, entregado por la Fundación Española Antonio Machado (FAM), será la siguiente: 

Octavo. La selección de los trabajos que resulten premiados se llevará a cabo por un Jurado, presidido por el Presidente de la Fundación Española Antonio Machado, y compuesto por representantes de los Ministerios de Educación y Medio Ambiente, Junta de Castilla y León, Dirección Provincial de Educación de Soria, Fundación Española Antonio Machado (FAM), Instituto Antonio Machado de Soria y Cooperativa Gredos San Diego.

Actuará como Secretario el Director del IES Antonio Machado. Para la adjudicación de los premios, el Jurado tendrá en cuenta especialmente el carácter interdisciplinar de los trabajos que se presenten, así como su calidad, diseño, contenido, presentación y formato o cualquier otra circunstancia que aporte calidad a los mismos. Los premios no podrán declararse desiertos. 

Noveno. Las decisiones del Jurado serán inapelables. 

Décimo. Los trabajos serán entregados dentro de un sobre cerrado en el que se indicará la Modalidad y Categoría, cualquiera que sea la Modalidad para la que se participa, acompañado, en su interior, por otro sobre cerrado, con los datos del los participantes y Centro al que pertenecen. No se admitirán trabajos anónimos.

Undécimo. La reunión del Jurado tendrá lugar a partir del 15 de mayo de 2018. Posteriormente y en fecha que se anunciará oportunamente, tendrá lugar la entrega de los Premios en un Acto solemne, que se celebrará en el Congreso de los Diputados, bajo la Presidencia de la Presidenta del Congreso y la intervención de los representantes de los Ministros y Altos Cargos de las Instituciones y Entidades que forman parte del Jurado, así como de las entidades patrocinadoras del Premio. 

Décimo segundo. Todos los alumnos y todas las alumnas premiados y premiadas, los Centros y los profesores participantes recibirán un diploma acreditativo de su participación en el Concurso y serán reconocidos como colaboradores culturales de la Fundación Española Antonio Machado (FAM). Así mismo, las entidades patrocinadoras recibirán el correspondiente diploma.


Décimo tercer. La Fundación se reserva el derecho de recoger en un volumen algunos de los trabajos presentados, además de los premiados.o. 

Decimo cuarto. La participación en el concurso supone la aceptación íntegra de estas bases.

BASES ESPECÍFICAS PARA CADA MODALIDAD 

Narrativa/Prosa: Los trabajos no podrán superar las 1000 palabras, siendo el mínimo 500 palabras.

Poesía. Los trabajos no deberán superar los 30 versos, siendo el mínimo 15 versos. 

Arte visual: Se admitirá todo tipo de montaje audiovisual, fotografía, composición, expresiones artísticas. Y en cualquier soporte (audio, vídeo,...) Formato libre.
En el caso de tratarse de una pintura, el tamaño de los trabajos será de A4. Las obras irán montadas con soporte, cartulina o cartón duro, de 40x50 cm. 

Concurso de preguntas. Todos los alumnos y todas las alumnas y Centros concursantes (Soria y Provincia), Categoría A, B, podrán presentarse al concurso de preguntas que, teniendo como base la obra Campos de Castilla y su relación con los 17 Objetivos de la Agenda 2030 de Desarrollo Sostenible de la ONU, tendrá lugar en la primavera de 2018, el día y hora que se dará a conocer oportunamente a través de los Centros Educativos.
Los alumnos y alumnas participantes podrán hacerlo a título individual o en grupos de 4 personas máximo. Estos grupos podrán ser conformados con alumnos de dos categorías, pero solo podrán concursar al premio de una de ellas.
Número de preguntas: 89 en total.


INICIATIVAS ANTONIO MACHADO.

En esta Modalidad, los Centros presentarán un máximo de tres INICIATIVAS, relacionadas con el tema del Premio, y teniendo como marco el contenido del libro “Campos de Castilla” de Antonio Machado,  y el municipio en el que esté ubicado el Centro, realizadas por el Centro a lo largo del Curso 2017-2018.

Soria, Octubre 2017


OBJETIVOS

      Estudiar el tema de la naturaleza, bajo todos sus aspectos, de los lugares en los que tienen su sede los Centros Educativos participantes, en el marco de la obra de Antonio Machado “Campos de Castilla” y su relación con los 17 Objetivos de la Agenda 2030

ACTIVIDADES COMPLEMENTARIAS
11.      Rutas machadianas: Soria, Tierra de Alvargonzález, Collioure.
2.      Reunión de Centros que lleven el nombre de “Antonio Machado”.
3.      Otras actividades, que se comunicarán a los Centros oportunamente. 

MATERIAL DIDÁCTIVO
Se encuentra recogido en el BLOG de la FUNDACIÓN ESPAÑOLA ANTONIO MACHADO, que servirá de referencia documental para los alumnos y las alumnas que participen en este Concurso: 


Podrá utilizarse cualquier otro material didáctico relacionado con el tema del Concurso. 

Correo de contacto: 
antoniomachado_2007@yahoo.es

Colaboran





B.- Documentos pedagógicos

1. Campos de Castilla (en este mismo Blog).

2.- Agenda 2030.



Biografía y enlaces de interés


Las otras Soledades de Antonio Machado. Discurso de ingreso en la Real Academia de la lengua de Don Ángel González.

2.- La naturaleza en la obra de Antonio Machado, Carlos López Bustos. 


4.- Los árboles, espejo del alma de un poeta. Blog de Miguel Herrero Ucceda.

5.- Antonio Machado,naturaleza y poesía.


6.- Machado, Revistade Estudios sobre una saga familiar.  Revistamachadiana.

7) La tierra en la poesía de Antonio Machado,

Alejandro Ramírez. Revista Hispánica Moderna. Año 28, No. 2/4 (Apr. - Oct., 1962), pp. 276-286


Por: Mohamed Abrighach, Universidad Ibnou Zohr, Marruecos.

9.- Tres símbolos en la poesía de Machado.

Por: Domingo Ynduráin.

10.- Antonio Machado y Soria, Heliodoro Carpintero, Enrique Lafuente Ferrari, Rafael Lapesa, Julián Marías, José Antonio Pérez-Rioja, Manuel de Terán. CSIC, Soria, 2007.


11) Antonio Machado y El Árbol,, José Tudela. En esta misma página.

12) Leopoldo de Luis: Conferencia sobre Machado en Almazán, 1989. En esta misma página.



Antonio Machado y El Árbol

Por José Tudela

Revista de Soria, 1975

En este número, dedicado al poeta de Soria, no podía faltar la firma de nuestro desaparecido colaborador D. José Tudela (q.e.p.d.), a quien le unían vínculos de profunda amistad con Machado. Trabajo que nos ha sido facilitado por su hija Inés.

El interés y el amor de Antonio Machado por el paisaje y por el árbol especialmente, deriva de su educación en la Institución Libre de Enseñanza, que, en ciertos aspectos pedagógicos siguió las ideas de Juan Jacobo Rousseau, a quien generalmente se le atribuye la introducción en la literatura del sentimiento del paisaje.
Dicha Institución fue la iniciadora de las excursiones a la Sierra del Guadarrama, tan cerca a Madrid, y cuando nadie pensaba en ella, imbuyendo en sus educandos el gusto por el paisaje y el sentido de la belleza del árbol.
Recuérdese que su poema “Las Encinas”, en el que no sólo canta a este árbol sino al roble, al pino, la palmera, el haya, a los chopos, a los olivos, al manzano, eucalipto, naranjo, el ciprés… está dedicado a los señores Masriera, profesores de dibujo de dicha Institución “en recuerdo de una expedición al Pardo” y recuérdese también que Joaquín Costa, el apóstol de los riegos y de la repoblación forestal, que escribió tan bellas páginas sobre el árbol, fue profesor de Derecho de la misma Institución.
Esto explica la reacción de Antonio Machado ante el paisaje de los alrededores de Soria, que aunque salpicado de “oscuros encinares” y “grisientos breñales”, predominan en él los “ariscos pedregales”, “calvas sierras”… “y otra vez roca y roca”, “cárdenas roquedas”, “desnudos pedregales”… “pelados serrijones”, “tierra de las águilas caudales”… “malezas jarales”, “hierbas monteses, zarzas y cambrones.”
Unamos a esto el que don Antonio conocía bien la literatura francesa y la inglesa, y no podemos dudar que gustara de la lectura de William Shakespeare, pues bien, en las obras de este gran escritor el paisaje aparece como telón de fondo en casi todas ellas, completando y circundando escenas trágicas, dramáticas o más o menos alegres. Pero hay una tragedia, quizás la más terrible, llena de ambición y venganza, crueldad y odios, con restos de creencias y vaticinios medievales: “Mabcbeth”.
Y aquí en la tragedia shaesperiana, aparece el árbol como personaje. El castillo de Machbeth sobre una colina circundada de hayedos y con un bosque, repito, que nos sirve para sostener una intriga: el vaticinio de las brujas al traidor, al regicida.
Don Antonio estaría impresionado por las tremendas frases que unas sombras en un conjuro dentro del antro de las brujas, en medio de una caldera hirviendo y en una noche de tempestad proclaman:
Sé fuerte como el león, no desmayes un punto tu audacia: no cedas ante los enemigos. Serás invencible, hasta que venga contra ti la selva de Birnam y cubra con sus ramas a Dunsinania.
Pero Macbeth se ríe de este vaticinio ¡Eso es imposible! Clama ¿Quién puede mover de su lugar los árboles y ponerlos en camino?
Efectivamente la tragedia transcurre, el ejército realista prepara la venganza, llega a la selva de Birnam, cada soldado corta una rama y enarbolándolas como estandartes, cubriéndose con ellas para que las largas y finas ramas de las hayas taparan la totalidad del monte avanzan hacia el castillo. La estratagema militar se logra: La punta de las ramas, de las ramas que en las hayas son casi paralelas alcanzan los muros de la fortaleza, se inclinarían cubriendo el foso y descubriendo a los guerreros, que rápidamente actuarían para asesinar a Lady y Lord Macbeth.
¿Logramos aquí quizás, la explicación de lo que para don Antonio en su poema a “Las Encinas”, dice de las hayas?
Las hayas son la leyenda
alguien en las viejas hayas
leía una historia horrenda
de crímenes y batallas.

El roble, otro querido árbol de nuestro poeta, es mimado en sus versos, como el álamo. Pero al roble le atribuye calidades y cualidades viriles,

El roble, es la guerra, EL ROBLE
dice el valor y el coraje…
Y continúa, es: más altivo y más señor.

Pero fijémonos en lo referente y alusivo a la guerra, ¿sería en recuerdo del famoso robledal de Corpes, donde taimadamente fueron azotadas las hijas del Cid por sus cobardes maridos y atadas al simbólico árbol viril que podía representar a nuestro gran héroe Rodrigo Díaz de Vivar?

Hay non pueden fablar don Eluira e dona Sol;
Por muertas las dexaron en el Robredo de Corpes
Leuaron les los mantos et las pieles armidas
….
Los infantes de Carrión en el Robredo de Corpes
Por muertas las dexaron.

El título del poema “Las Encinas” podemos pensar que es debido a la predilección por este árbol, gris, triste, sumiso, dispuesto al sacrificio para que el campesino lo corte y se caliente con sus ramas, la ternura que el poeta siente por ellas nos recuerda también y viene a nuestra mente rápidamente la maravillosa poesía a “La Higuera” de Juana de Ibarbourou, poetisa uruguaya.
…”porque todas sus ramas son grises…
Porque es áspera y fea.
Porque todas sus ramas son grises
Yo le tengo piedad a la higuera…

Y en “Las Encinas”:
¿Qué tienes tú, negra encina
campesina
con tus ramas sin color…
con tu tronco ceniciento
….
con tu vigor sin tormento
y tu humidad que es firmeza?
….
Brotas derecha a torcida
con esa humildad que cede
sólo a la ley de la vida
que es vivir como se puede.


Madrid, 1945



      CONFERENCIA DE LEOPOLDO LUIS

ALMAZÁN, 1989

Resumen de las palabras pronunciadas por LEOPOLDO DE LUIS en el acto de homenaje a Antonio Machado celebrado el 4 de junio de 1989 en la Villa de Almazán

Recordar a don Antonio Machado por estas tierras de Castilla es emocionante y conmovedor. Emocionante, porque el poeta se identificó con estos paisajes hasta hacerlos materia de su poesía. Conmovedor, porque en estas tierras encontró un amor tiernísimo. Aquí se desarrolla un breve e intenso poema de amor entre el gran poeta y una jovencita soriana, a la que hizo su esposa. La página más tierna de su biografía se escribe aquí entre 1909 y 1912. Tras la enfermedad de la esposa, don Antonio paseaba en un pequeño cochecillo a la enferma, para que el aire solutífero del Moncayo aliviase el pulmón herido de la joven. ¡Cómo se iba a olvidar nunca de estas tierras! Fueron los años centrales de su vida y de su amor. En mitad de la vida y en mitad de España.
En tan breve lapso, el poeta se empapa del aliento de Castilla, lo hace suyo y lo plasma en sus poemas. Son poemas de constatación; aquí está el Machado más realista y testimonial. Venía de las ocultas galerías del alma; iba a ir hacia la meditación filosófica, hacia las especulaciones de su Juan de Mairena. Pero aquí, en estos cuatro o cinco años, aquel poeta que entornaba los ojos como mirando desde dentro, los abre a la realidad circundante. Es el Machado de los grandes poemas testimoniales: “A Orillas del Duero”, “Por tierras de España”, “El hospicio”, “Campos de Soria” o “La Tierra de Alvargonzález”. Realidades españolas terribles, que hicieron a las gentes pobres y miserables, pero que el Regeneracionismo se proponía redimir. Realidades geográficas: pardas roqueras, colinas plateadas, páramos de asceta, picos donde habita el águila. Realidades políticas: incuria y abandono de una tierra que otrora dominó el mundo. El Machado de estos años es un poeta grave, con algo de poeta épico y civil, pero sin perder la emoción de poeta lírico. Canta a Castilla con dolor, por amor. Si en el poema “A orillas del Duero” dice –primera versión- que Castilla está “envuelta en sus andrajos”, rectifica la palabra en la versión definitiva y dice que está “envuelta en sus harapos”, porque sin duda percibe el matiz peyorativo de andrajo: suciedad y torpeza, mientras que harapo, aunque implique ruina, conserva siempre limpieza y nobleza. Ese amor a Castilla es el que le inspiró el amor a Leonor, o más bien ¿fue el amor a Leonor lo que le lleva al amor por la tierra? En cualquier caso, declara que
“Conmigo váis, campos de Soria.
Conmigo váis: mi corazón os lleva.”
Y en su contemplación emocionada, se dirige a sus gentes para desearles fortuna y bienandanza:
“Gestes del alto llano numantino:
que el sol de España os llene
de alegría, de luz y de riqueza.”
Con razón decía él mismo que los poetas no cantan a la patria: los poetas la revelan.
Desde Almazán como desde Soria, desde Baeza como desde Segovia, don Antonio Machado alentó un profundo amor a las tierras españolas. Aquí creó ese tremendo símbolo del hacha, como división fratricida de las dos Españas, tantas veces enfrentadas. En 1912, en el poema “La Tierra de Alvargonzález”, el hacha familia es instrumento del parricidio. Un año después, en el poema “El mañana efímero”, esa hacha es blandida por una España vengadora, en lucha contra la injusticia. Grave símbolo que sin duda inspiró a otro poeta Castellano, León Felipe, al utilizarla como síntesis de la guerra civil.
Esta manera de entrañarse en lo histórico es lo que hace a Machado ser un poeta radicalmente español. Lo sentimos humanamente próximo y actual, porque tiene que ser vivamente actual una poesía que profundiza en el alma y toca sentimientos permanentes. Hay quien duda de la presencia actual de la poesía de machado, quizá porque entiende el fenómeno poético como una abstracción o como un juego verbal. Pero mientras la poesía sea para mucho, como es, emoción, sensibilidad, comunicación, mientras sea un movimiento del ánimo hacia los grandes interrogantes que cercan el corazón del hombre, la obra machadiana mantendrá una honda vigencia, una vigencia entrañable.
En la mejor línea del pensamiento español, machado se pasó la vida, y llegó a la muerte, soñando con una España mejor, como –según su memorable poema- soñara un día don Francisco Giner.
He repetido algunas veces que –según creo- la poesía de Machado tiene la virtud de conciliarnos con todo, con las cosas, con la naturaleza, con los demás. Nos concilia y hasta nos reconcilia con nosotros mismos. Es una poesía eminentemente conciliadora, y por eso de su lectura podemos salir mejores y más libres. Quizá por su amor a la libertad sintió don Antonio el drama del intelectual de nuestro tiempo, que ve cundir la violencia en torno suyo y se da cuenta que lo feble que resulta la sola arma de que dispone para combatirla: la palabra. Pero don Antonio no era ni un conformista ni un pusilánime: ya él mismo dice que, de cuando en cuando, siente “impulsos batalladores”. Modestamente, pensaba que su pluma valía menos que otras armas en la lucha por la libertad. Por eso dice:
“dejar quisiera
mi verso como deja el capitán su espada”,
o
“si mi pluma valiera tu pistola
de capitán, contento moriría”
Pero hay aquí que recordar a don Benito Pérez Galdós, cuando decía del poeta Manuel José Quintana que había hecho por el Liberalismo, con sus versos, más que la espada de muchos. Algo semejante podríamos decir de Machado, cualquiera de cuyos poemas –estoy persuadido- vale más que todas las pistolas del mundo.
Estamos en Almazán: tierra soriana, ¿cómo no iban a estar estos lugares en los poemas machadianos? Machado llegó a Soria en 1907 y allí descubrió Castilla y allí descubrió el amor. Soria y Leonor irán muchos años juntos en su memoria y en sus poemas. También Almazán. Recordad el poema “Otro viaje”, de 1915. El poeta sube desde las tierras del Sur. Quizá regresa de su excursión a las fuentes del Guadalquivir, como otro día había buscado las fuentes del Duero. Quizá vuelva de la boda de su hermano Francisco, en el Puerto de Santa María. El poeta ha viajado toda la noche. Por otro poema suyo, sabemos que no acostumbra a dormir en el tren: prefiere mirar por la ventanilla los campos de olivares jiennenses. También sabemos que va “sobre la madera de su vagón de tercera”. Nos lo confirma en estos mismos versos: “la luz en el techo brilla / de mi vagón de tercera.”. Hay un rasgo testimonial: la modesta tercera clase de los viejos ferrocarriles españoles –ya desaparecida-, hecha con asientos de madera amarilla, pulida una y otra vez por las humildes teclas campesinas. La poesía de Machado siempre estuvo del lado de los humildes, siempre junto a las gentes modestas o sufridoras. Viajero de asidua austeridad, va ligero de equipaje, lleva –dice- “mi viejo saco de cuero”. De pronto, le acosa el recuerdo de Leonor. Han pasado tres años de su muerte, pero vienen a su memoria otros viajes con ella: “la alegría / de viajar en compañía.” Y entonces, emerge un paisaje feliz: “Pinos del amanecer / entre Almazán y Quintana”. Almazán, este lugar soriano que hoy pisamos con fervor y respeto, surge como panorama familiar y grato, aunque pronto regresen la melancolía y la soledad. Machado es un gran poeta de la soledad: “Soledad. / Sequedad. / Tan pobre me estoy quedando / que ya ni siquiera estoy / conmigo, no sé si voy / conmigo a solas viajando.”
Otra vez aparece Almazán en su obra. Don Antonio creó varios poetas apócrifos, a los que llamaba “complementarios”. Hizo nacer a uno de ellos aquí, en Almazán, en 1838: Tiburcio Rodrigálvez, que fue amigo de Bécquer, del que conservaba algunos autógrafos. Se le atribuye un romance: la historia de dos niñas: “Eres la mayor Clotilde, / rubia como la candela; / era la más pequeñita / Inés, como el pan morena”. Clotilde e Inés: niñas de Almazán. Niñas de las tierras sorianas, nacidas en Almazán como, un poco más arriba, en Almenar, nació Leonor Izquierdo. ¡Buscad a esa otra niña –Clotilde, Inés- a esa paisanita vuestra, amada del poeta! Buscadlo a él y salvadlo a través del hilo invisible de la poesía. Buscad a Leonor, y adentraos por el misterio de las galerías del alma. ¡Salvad al poeta del olvido!
¡Salvadlo del silencio, para que nos siga hablando siempre a todos, y nos salve él también a nosotros con su poesía y con su pensamiento que soñó el porvenir de una España mejor y cada día más justa!