Victoria Sau Sánchez







Victoria Sau Sánchez
Escritora - Profesora






JUNTO AL DUERO, JUNTOS
El Día de Soria, 2 septiembre 2017


Gemma Cánovas Sau
Jesús Bozal Alfaro

El cementerio de Soria, como el Père-Lachaise parisino, forman parte de la historia de dos de las ciudades literarias más importantes del mundo. Son recintos culturales, cuyo recorrido se hace necesario si se quiere conocer de un modo completo la historia de la ciudad. Así debe pensarlo el Ayuntamiento, que ha editado un desplegable con algunos sorianos y sorianas ilustres que en él tienen su última morada: Clemente Sáenz García, alumno de Antonio Machado, Leonor Izquierdo, José Tudela, Nicolás Rabal,...
En la parte más próxima al Duero, encontramos una tumba con dos nombres: Victoria Sau y Leopoldo Cánovas Martí. Machadianos, nacidos en Barcelona, decidieron un día que, cuando llegara “el día del último viaje”, reposarían en Soria, juntos, junto al Duero.

Victoria Sau Sánchez

         Victoria Sau nació en Barcelona, el 1 de Abril de 1930. Era hija única. Su madre, madrileña y modista; y su padre, catalán y comerciante.  Funcionaria, tuvo que abandonar su carrera al casarse. Era obligatorio: “excedencia forzosa por matrimonio”. Durante muchos años, se dedicó a escribir cuentos infantiles, historietas, guiones humorísticos, libros de cocina y decoración,  novela rosa  así como  una serie de libros divulgativos sobre diferentes temáticas Colaboró con  las editoriales  Toray y Bruguera durante años. La literatura era su pasión, que convirtió en la profesión que le ayudó a costearse sus estudios universitarios. A los 40 años  se licenció en Psicología y en Historia Contemporánea, doctorándose más tarde en la Universidad Central de Barcelona, en la que enseñó, hasta su jubilación, la asignatura de “Psicología Diferencial” en la Facultad de Psicología, aunque siguió escribiendo y realizando conferencias posteriormente. Falleció el 6 de noviembre de 2013. 

Feminista 


Defensora de los derechos de las mujeres, creía en el feminismo, que ella denominaba, “científico”, el cual, a su juicio, “devolvería la calidad de vida a mujeres y hombres por igual.” Sus principales obras sobre este tema fueron: "Manifiesto para la liberación de la mujer" (Ed. Bruguera, 1975) y "Diccionario ideológico feminista" vols I y II (Ed. Icaria). Pero no hay que olvidar otro texto importante: Ser mujer: el fin de una imagen tradicional” (Ed. Icaria, 1986). Afirma en este libro que “El lenguaje determina el lugar de la mujer.” Y, a propósito del feminismo, explica: “El movimiento feminista irrumpe en la Historia no sólo para denunciar la invisibilidad de las mujeres en la misma sino para hacer y ser historia él mismo, sujeto de múltiples cambios sociales, económicos y políticos.” Dejó sin estrenar un monólogo teatral, que ella misma había escrito antes de su muerte, y que todavía no ha podido ser representado: “Antígona YE” (de Yocasta y Edipo).

En el homenaje póstumo, organizado en 2014 por la Universidad de Barcelona, y al que se sumaron el Ayuntamiento de Barcelona, la Generalitat, y otras muchas instituciones y colectivos, la representante de Antígona de Soria destacó en su discurso: “Coincidimos en recurrir al mismo mito, Antígona. Ella para hablar del feminismo desde la perspectiva de la denuncia de los abusos del poder, nosotras para enmarcar la denun­cia de la violencia de género y la lucha por la emancipación de la mujer. Victoria mantenía su oído atento y su inteligencia lúcida, por eso hablar con ella fue siempre una experiencia fas­cinante
Investigadora brillante y comprometida -que bien podría situarse en el nivel de reflexión de Simone de Beauvoir-, Victoria Sau recibió numerosas distinciones. Destacan, entre otras, la Cruz de Sant Jordi de la Generalitat de Catalunya (2007), la Medalla de Honor del Ayuntamiento de Barcelona (Septiembre 2003), el Premio Bétera en Lila (2011), Comadre de  Oro de Gijón (1991) y el Premio UPEC 2008 por su compromiso y trabajo en beneficio de las mujeres y las clases populares.
Pero, de toda su biografía, reconocida por el mundo universitario y feminista de Cataluña y España, la decisión de ser enterrada, junto a su marido, junto al Duero soriano, adquiere un valor simbólico incuestionable.


Victoria Sau, Soria y Antonio Machado


El matrimonio Sau-Cánovas descubrió la ciudad a través de su hija, Gemma Cánovas Sau, Psicóloga Clínica, residente en Barcelona, que la visitó en un viaje para estudiar a Machado cuando tenía dieciocho años guiada por  su profesora de Literatura .  Este “contagio” del entusiasmo por la ciudad impregnada de poesía , produjo en sus padres un vínculo inquebrantable con la ciudad de Soria y Antonio Machado, que duraría más de treinta años en visitas anuales, y, a veces, semestrales. Victoria solía llevar flores violetas a la tumba de Leonor en cada visita .Soria era para ellos literatura, Machado, la belleza de la ciudad y sus alrededores, el carácter de sus gentes… Todo esto fue lo que les llevó a comprar un terreno en el cementerio de Soria, en el que, a su muerte, reposar juntos para siempre, cumpliendo así la promesa que se habían hecho: “pasear cogidos de la mano por las riberas del Duero.” Y que dejaron plasmado en un manuscrito cuyo párrafo final dice así: “Que sea la ciudad entrañable la que hable. Que sean los versos de Machado los que den la bienvenida. ¡Por fin Soria, ahí es nada, no puede haber mejor recompensa! De la mano, junto al Duero.”

Leopoldo Cánovas Martí


 Leopoldo Cánovas Martí, el otro protagonista de esta historia de amor junto al Duero machadiano, nació en Barcelona (1929). Sus padres eran de Cartagena, pero su abuelo materno era catalán. Comenzó su carrera literaria en la revista “La semana en Barcelona” del Grupo Godó. Le apasionaba escribir. Conoció y se hizo amigo de  Francisco Candel en la clínica donde ambos se recuperaban de sendas enfermedades pulmonares. Allí compartieron ideas y argumentos de novelas. Entre otras: “Distrito de Hierro”. Cuando se casó con Victoria Sau en 1954, el matrimonio se trasladó a Madrid con la intención de abrirse camino en el mundo de las letras pero regresó al cabo de un tiempo a Barcelona. Los tiempos no eran buenos entonces para una pareja joven sin demasiados recursos económicos.
Con más de 40 años, Leopoldo Cánovas se licenció en Filosofía Pura en la Universidad Central de Barcelona, accediendo por la opción académica  del acceso a mayores de 25 años. Fue funcionario del Instituto Nacional de Estadística y del Ministerio de Información y Turismo, compaginando su trabajo con la publicación de cuentos y novelitas infantiles y juveniles para la colección Ardilla, Ed. San Juan Bosco: “Rin Tin Tín”,  “Capitán Trueno”,… Su obra más importante fue: "Monstruosidades del siglo XX" Ed .Aura , col Punto Historia  (Barcelona, 1974).
Defensor del humanismo y de la justicia social, creyente, aunque no demasiado practicante, fue militante del PSC, y murió el 5 de abril de 2010, a los 80 años.
Si la literatura les unió desde jóvenes, Soria fue el rincón del mundo en el que quisieron unirse para siempre junto al Duero y donde se prometieron pasear cogidos de la mano cuando hubieran cruzado ambos  la otra orilla, deseo privado que le transmitieron a su única hija Gemma. Un extenso recorrido y una trayectoria vital compartida.

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Defensa de la mujer



Edición de Victoria Sau 
Benito J. Feijoo
Victòria Sau (editora) 
1997
Icaria Editorial