Trabajos premiados VI Premio Antonio Machado

Un amor tardío

TRABAJOS PREMIADOS 


POESÍA

Categoría A

Un paseo de recuerdos

Emma Rodríguez Sanz

Colegio Gredos San Diego (Buitrago de Lozoya)




El encanto de Soria

Ainhoa Caparrós Valtueña

IES Virgen del Espino (Soria)



Categoría B

Perdido entre una negra y una espesa bruma

Álvaro Andrés Camacho

Colegio Gredos San Diego (Alcalá de Henares)


Perdido entre una negra y espesa bruma,

sin amparo en la fiera oscuridad

de la noche terrible que en su mar

hondo navega, meciendo su cuna


de viejas aldeas que solo aire cruza,

donde el eco de campanas resonar 

no se oirá ni el seco río correrá

ni fiel lobo aullará a su amada luna.


Allí donde las colinas guardan

a ver almas al solitario pueblo

llegar, a nobles corazones férreos 

que junto al fuego del hogar descansan.


Allí donde plomizas nubes cazan

de Apolo el cálido candor eterno,

gélidas lluvias arrojadas del cielo

de hielo empedradas calles engarzan.


¡Y yo canto, oh Cronos, por estas villas,

por los perdidos campos de mi tierra,

tierra ya olvidada, tierra ya presa

de ciudades erguidas sobre ceniza!


¡Yo canto por mi patria ya marchita:

mi alma guarde aquellas lejanas eras

cuando reses pacían, crecían cosechas,

cuando los corazones aún latían!


Entre tu naturaleza

Widad Jebari

IES Margarita de Fuenmayor (Ágreda)


Entre montañas y ríos de plata,

se extiende la tierra de Soria,

un paisaje de belleza ingrata,

que solo el ojo del alma disfruta.


El Duero serpentea a su paso,

mientras los pinares abrazan su orilla,

y el cielo azul se refleja en el agua,

como un espejo de luz que brilla.


El Cañón del Río Lobos es un tesoro, 

un santuario de roca y fauna,

donde el viento susurra al oído,

una canción de paz y calma.


El Moncayo es el guardián de la sierra,

un coloso que ilumina el horizonte,

y su cima nebulosa en invierno,

es un sueño hecho realidad para el monte.


En Vinuesa, la Laguna Negra espera,

como un espejo oscuro en la tierra,

y su leyenda de amor y tragedia,

conmueve a quien la conoce y se adentra.


Y así Soria se muestra majestuosa,

en cada rincón y en cada detalle,

un regalo para el alma curiosa,

que busca en la naturaleza su fuente de paz y de verdad.


NARRATIVA

Categoría A

Había una vez un pueblo pequeño

Alba Valle Montoyo

Colegio Gredos San Diego (Moratalaz)

Campos de lavanda y violeta

Aurora Peñalba Martínez

IES San Leonardo (Soria)

Era un soleado y tranquilo día en el pueblo de San Leonardo y los niños estaban nerviosos, ya que era el último día de clase antes de sus merecidas vacaciones estivales. De todos ellos, sin lugar a dudas, sobresalía Alonso, un chico enamorado de la naturaleza que le rodeaba, quien estaba deseando que tocara el timbre para ir a su lugar favorito, el lugar en el que se sentía seguro, su paraíso.

Llegaron las tres de la tarde, las conserjes anunciaron el final del día a través del timbre y Alonso salió corriendo hacia su casa. Cuando llegó vio que sus padres estaban trabajando así que cogió su comida, se montó en su bicicleta y se dirigió hacia el monte, cruzó un riachuelo por un puente de piedras que había hecho él mismo hasta llegar a su adorado edén. Una vez allí levantó la cabeza para mirar al frente y pudo observar las hermosas y lindas flores de violeta y lavanda que bañaban el bosque de álamos de un intenso color púrpura. Era una imagen que Alonso ansiaba contemplar cada año al llegar la primavera, ya que aquel lugar lo transportaba a un mundo totalmente alejado de su realidad, a un mundo donde solo estaban él y la naturaleza, donde no había nada ni nadie que enturbiara aquella paz.

Después de estar un rato contemplando ese paraje tan espectacular, Alonso se sentó a la sombra de un álamo y sacó de su mochila su comida y un libro. Estuvo leyendo hasta que le venció el sueño y acabó durmiéndose apoyado en un árbol.

Al cabo de varias horas, cuando despertó ya era tarde y volvió a su casa. Alonso se sentía inmensamente feliz de poder pasar sus tardes en aquel refugio, alejado del ruido, del estrés y de las preocupaciones, así que dibujó aquel precioso paisaje para poder verlo cuando estuviera en casa.

Al día siguiente volvió a su paraíso, se sentó debajo de un árbol y sacó un poema de Antonio Machado y leyó un par de estrofas que decían:

“Tardes tranquilas, montes de violeta,

     Alamedas del río, verde sueño”.

En el momento que terminó de leer esos dos versos, miró a su alrededor y se dio cuenta de que esas palabras describían a la perfección el lugar donde él se encontraba en ese momento, por lo que pensó que el famoso poeta sevillano podría haberse inspirado en aquel precioso paraje para componer su poema. Ante esto, Alonso se sintió el chico más afortunado de la tierra. Ante esto, este joven le tomó un cariño muy especial a ese campo de lavandas y violetas y se prometió a sí mismo cuidarlo y respetarlo.

Una semana después, Alonso volvió al campo de lavandas y violetas y cuando levantó la vista observó a unos hombres intentando talar los árboles. Este, lleno de ira, se dio cuenta que si no hacía nada su paraíso acabaría siendo un infierno. Así que se quedó en el bosque para que no pudieran cortar los árboles y decidió informar de dicha situación a todos sus vecinos para que, todos unidos, fuesen capaces de detener aquella tala.

A la mañana siguiente, a primera hora de la mañana, el pueblo entero se detuvo frente a esas enormes máquinas y   pidieron una reunión urgente con el jefe de dicha empresa. Este accedió y ambos bandos pudieron hablar largo y tendido sobre el valor y la importancia de aquel hermoso bosque.

Después de varias horas de dura negociación, los leñadores entendieron perfectamente el valor sentimental y paisajístico de aquel lugar para los habitantes de aquel pueblo y en vez de talar los árboles, construyeron unos sillones de madera para que la gente pudiera ir a leer en aquel precioso lugar.

Gracias al tesón de Alonso y de sus vecinos todos ellos pudieron disfrutar de aquel inolvidable paraje y de aquellos hermosos campos de lavanda y violeta.


Categoría B

Hacia la mañana

Martín Portero Rubio

Colegio Gredos San Diego (Alcalá de Henares)






La montaña del cielo

Alicia Taus Mañero

 IES Margarita de Fuenmayor (Ágreda)



ARTE VISUAL

Categoría A

Para ti

Sara Lorenzo Serrano, Carlota Sanz de Blas, Adriana Jiménez Fernández

IES Virgen del Espino (Soria)


 


 


El olmo de la vida y la muerte

Lucía de León Gómez

IES San Leonardo (Soria)



Categoría B

En el tren

Elena Corral Ubilla

Colegio Gredos San Diego (Moratalaz)



Campos de Villálvaro

Victoria Sanz de Blas

Escuela de Arte y Superior de Diseño de Soria



ARTE AUDIOVISUAL 

Categoría A


Soñé que tu me llevabas

Lucía Muñoz Mayor

IES Virgen del Espino (Soria)


Categoría B

https://youtu.be/ULVmsrBU8DU 

Campos de Castilla y los ODS

Constanza Díaz

IES Ramón y Cajal (Valladolid)


Melodías del Duero

Inés del Río Heras

Escuela de Arte y Superior de Diseño de Soria