II Premio Nacional Antonio Machado Trabajos premiados


POESÍA


1º Premio, categoría A


Laura Herrero Esteban


IES San Leonardo


SORIA, TIERRA DE GLORIA



Esos montes esplendorosos


Con pinos bellos y frondosos


Que protegen con sus ramas


 Pequeños pueblos muy hermosos.

¡Qué magnífico paisaje


Cuando la blanca nieve


Cubre tus parajes!


Allá en la sierra

Donde nace el Duero


Donde siempre está nevado


De un perfecto eterno.


¡Ay, el cielo azul de primavera


Las suaves fragancias de tus riveras!

Blancas nubes


Cubren tus cielos


Surcando tus campos


Empujadas por el viento.


Esa blanca y pura luna


 Toda noche estiliza tu figura


Como un cuadro en el lienzo






2º Premio, categoría A



Óscar Igea García 

IES Margarita de Fuenmayor 



RÍO QUEILES

Bajo un alto techo de nieve
nace un ruidoso río,
con agua pura y limpia,
sembrando vida por donde pasa.

Comparte juegos de infancia,
permite pescas, saltos...
y siempre queda en el recuerdo
de quienes lo visitan.

De un pueblo a otro pueblo
viaja sin parar,
dejando una sonrisa
allá por donde va.

Unas veces ancho, otras estrecho,
pero siempre con la misma actitud.
Cuidemos de nuestro río,
y de su caudal azul. 

Corre río, limpio y claro,
que yo te he de cuidar,
para que llegues siempre blanco,
a tu meta, a tu mar. 




1º Premio Categoria B

LO QUE EL TIEMPO HA CAMBIADO

Jorge Valero Lasfuentes

IES Margarita de Fuenmayor

Tierras de Castilla,
tierras de Machado,
con el pasar del tiempo
todo ha cambiado.

Aún quedan sendas verdes
pero con bordes asfaltados.
Los caminos no son libres,
todos están trazados.

Los trigales crecen fuertes
y perfectamente alineados;
no les falta agua,
están bien regados.

La ciudad crece ausente
de los terrenos robados
a estas tierras nuestras
sin horizontes marcados.

Hasta el olmo viejo
ha quedado encementado.
¡Si lo viera el poeta,
si lo viera Machado!

Solo el río Duero
y San Saturio han quedado,
sus raíces con el tiempo
aún más han arraigado.


2º Premio Categoria B

LA CIUDAD PERDIDA


Jaime Jiménez Omeñaca

¡Escucha!, no te lo pierdas, deja
atrás tus inquietudes.
Mantente alerta.

El piar de los pájaros no espera, el fluir
del Duero se escapa de tus manos, las
suaves brisas se esconden
entre los fuertes vientos lejanos.

¡Corre!, no te lo pierdas, deja
atrás tus inquietudes.
Mantente alerta.

Huye del inmenso ruido, que oprime
tus pensamientos. Escóndete del 
asfixiante humo, que oculta el
majestuoso firmamento.

¿Dónde está ese precioso paisaje,
ese remoto paraje del que huyen 
las angustias?

¿Dónde se encuentran las palabras
que surgen del borbotear del
Duero y su caudal?

¿Dónde se encuentra la desértica ciudad
que enamora los corazones de todo el
que la contempla?

¿Por qué estropeamos tan
grandiosa hermosura? ¿A tal punto
llega nuestro egoísmo, nuestra
avaricia, nuestra ambición?


LOS BUITRES

Rocío Barca Gil

CRA Tierras de Berlanga

Un día de clase normal, nos tocaba clase de geografía en la que estábamos estudiando los animales y nos mandaron un trabajo en el que podíamos elegir cualquier curiosidad sobre algún animal que esté en nuestro alrededor.
A mí se me ocurrió representar a los buitres, y como mi padre es pastor de ovejas, pensé que me sería de ayuda.
Al llegar a casa se lo pregunté a mi padre y me dijo que era buena idea hacerlo de este animal porque él los veía cuando estaba trabajando, pero más cuando él u otro pastor, dejaban a sus ovejas muertas tiradas en medio del campo y los buitres se acercaban a ellas para comérselas.
Me contó varias anécdotas de cuando los veía, por ejemplo un día vio un montón de buitres rodeándole cuando iba a dejar a una oveja muerta en el suelo y cuando la dejó se acercaron todos a por ella porque hacía mucho tiempo que no pasaba por allí con las ovejas y no podía dejar a ninguna por allí, las dejaba más lejos  por lo que estarían más hambrientos entonces acudieron a ella y ya no me contó más porque no quería que supiera lo que vino después, seguramente porque a mí me encantan los animales, sea cual sea.
El trabajo era individual y teníamos un mes para hacerlo porque contaba mucho para la nota final, pero a mí se me pasó muy rápido el tiempo entonces ya quedaba una semana para entregarlo y teníamos un fin de semana por lo que pensé en irme con mi padre un par de días porque me dijo que si quería, podía ir con él porque seguramente se le moriría una oveja muy pronto y tendría que tirarla. Decidí irme con él para ver cómo actuaban los buitres y poner más cosas en mi trabajo. Cuando llegó el fin de semana, ya en la noche del viernes, me dijo todo lo que tenía que llevar para no pasar hambre, sed, frío…Entonces me preparé con él mi mochila para que no se me olvidara nada, bueno, yo me fijaba en lo que él metía en su zurrón para yo meterlo a la vez en mi mochila.
El sábado por la mañana ya preparamos todo y salimos con el coche hasta donde guarda las ovejas y los perros.
Entramos a la nave y ya vimos a la oveja muerta tumbada en la paja, mi padre ya quiso tirarla en cuanto la vimos  para que al volver viera el efecto que hacían los buitres y a lo mejor los veíamos ir hacia allí cuando estábamos en el trabajo.
Al cabo de una hora no vimos a ninguno y llegamos otra vez al sitio donde dejamos la oveja muerta cuando vimos a dos buitres en el suelo a cien metros de la oveja y yo le pregunté que por qué habían muerto pero mi padre no me supo contestar. En casa mi padre llamó a un veterinario para decirle lo que había pasado, entonces quedaron en tener una reunión ellos, algún pastor más y otros que entendían más sobre eso. Cuando mi padre llegó de la reunión, me dijo que la próxima vez que se muriera una oveja, no la tiráramos al campo sino que llamáramos a un señor que vendría a recogerlas y llevárselas a otro sitio, no sé por qué. Entonces así hicimos. Al cabo de unos días, mi padre volvió a llamarle y estuvo hablando no sé qué de que sí funcionaba eso y que ya no se morían más buitres, entonces le pregunté que qué decía y me explicó que los buitres que vimos muertos, se murieron porque nosotros dejamos allí a la oveja muerta y por lo que sea que se murió la oveja, el buitre se infectó y murió de lo mismo, también me dijo que hicieron esa reunión porque ya le había pasado a otros pastores.
La mañana siguiente volví a clase, ya era lunes por lo que me quedaba hasta ése viernes para acabar mi trabajo de geografía aunque ya lo llevaba bien. Cuando volví a casa, me empecé a encontrar bastante mal, me dolía mucho la barriga, por lo que el martes no pude ir a clase ni hacer nada del trabajo ni lunes ni martes.

Cuando llegó el miércoles ya me encontraba mejor y pude volver a clase pero me dijeron que cambiaron el trabajo, ya no era para el viernes, sino para el jueves (mañana) y ya estuve toda la mañana deseando volver a casa para acabar el trabajo lo antes posible. Entonces al llegar a casa me dijo mi padre que hicieron una campaña para que todos los pastores de España tuvieran esta iniciativa para que no murieran tantos buitres, y eso fue una parte de lo que conté en mi trabajo, a parte de las anécdotas que me contó mi padre y, obviamente, todo lo que he conocido sobre ellos en estos días con él.